Paralelo a la infección por COVID-19 se han reportado en todos los países, situaciones clínicas muy particulares en niños y adolescentes, que los expertos le han llamado síndrome inflamatorio multisistémico temporalmente asociado a COVID-19 (SIM-C-19).
Se trata de un problema inflamatorio que aunque la mortalidad es mínima, puede ser bastante grave. El 50% de los pacientes necesitan de una unidad de cuidado intensivo para ventilación mecánica.
Se caracteriza por los siguientes signos o síntomas:
- Brote con hinchazón en las mucosas: labios, lengua garganta, intestino y ojos
- Brote en la piel, hinchazón de las manos y los pies
- Conjuntivitis aguda
- Dolor para tragar o deglutir
- Dolor en el pecho
- Hipotensión o choque por descenso brusco de la presión arterial
- Daño del miocardio y posibilidad de formación de aneurismas coronarios
- Alteraciones del hemograma y trastornos de coagulación
- Dolor abdominal severo con o sin diarrea
- Fiebre alta más de 3 días
- Puede haber tos intensa
- Posibilidad de asistencia respiratoria en unidad de cuidado intensivo por dificultad para respirar
- El 60% de los casos es positivo para SARS-COV-2. De los que son negativos, un porcentaje importante han tenido contacto con persona COVID-2 positiva. El contacto suele ser de 2 a 4 semanas antes de los síntomas. Algunos niños están infectados en el momento del problema
- Promedio de edad 9 años pero puede producirse de 3 meses a 21 años
- Más frecuente en la población latina
- Dolor de cabeza y confusión
- Crecimiento de ganglios en distintas partes del cuerpo
Como su nombre y los hechos lo indican, el síndrome inflamatorio multisistémico en niños y adolescentes, relacionado con el COVID-19, inflama el corazón, los pulmones, la piel, las mucosas, los riñones, el intestino, el cerebro, los ojos y las arterias. Por esta razón los órganos se hinchan y producen intenso dolor.
Todavía no se conoce la causa, pero siendo un problema inflamatorio sistémico, lo que debemos evitar a toda costa, es que los niños y los adolescentes que han sufrido COVID-19 o los que han tenido contacto con el virus y no han sufrido la enfermedad, que no se inflamen o que reduzcan la inflamación sistémica.
Muchos niños y adultos permanecen inflamados por dos razones básicamente:
- Obesidad
- Malos hábitos alimenticios
La obesidad por si sola puede producir un estado inflamatorio sistémico que puede agravar cualquier condición clínica infecciosa o autoinmunitaria. Pero los malos hábitos alimenticios, en mi opinión, son las causas principales, por las cuales muchos niños se mantienen inflamados.
Los malos hábitos alimenticios fomentan el crecimiento de bacterias malas en el intestino y de las bacterias buenas de este órgano depende la estabilidad del sistema inmune en todo el organismo.
Tengamos en cuenta que el 80% de todo el sistema inmune está en el intestino. Eso significa que si no tenemos bacterias buenas en el intestino, el 80% de nuestro sistema inmune puede estar irritado o alterado. Bajo estas condiciones cualquier cosa puede suceder.
Pero además, los malos hábitos alimenticios por si solos pueden incrementar la inflamación sistémica, por ejemplo, dietas ricas en carbohidratos refinados, en grasa saturada, combinaciones de carbohidratos con grasa saturada, grasas trans o alimentos fritos y dietas pobres en fibra y en antioxidantes.
Mis recomendaciones:
Todo niño que haya sufrido COVID-19 durante y después de la infección, debe alimentarse saludablemente. Debe comer alimentos ricos en fibra y en antioxidantes, por ejemplo, verduras, frutas y leguminosas. Para una mejor información al respecto, recomiendo ver los videos en los siguientes links.
https://www.youtube.com/watch?v=LcFhqddpw7I
Dr. Medardo Rosoles, Pediatra
Máster Coach en Nutrición