El asma en los niños y el aire puro como terapia
El asma es una enfermedad alérgica cada vez más frecuente en los niños; su origen tiene que ver con distintas situaciones pre y posnatales, por ejemplo la falta de ambientes naturales o juegos al aire libre en los niños de las nuevas generaciones. Ahora es normal verlos jugar con celulares o videojuegos durante horas, y el contacto con insectos, animales, la tierra, la vegetación, el agua y los alimentos en su estado natural se hacía cotidianamente, ayudando a fortalecer el sistema inmune es cada vez menor.
Cuando el sistema inmune en los primeros años de vida de nuestros hijos, es expuesto frecuentemente a un ambiente natural, es posible que adquieran defensas que les van a permitir un funcionamiento normal. Por todo esto es que la exposición a un ambiente natural es indispensable para que el sistema inmune “se eduque adecuadamente”, se fortalezca y se vuelva tolerante a las partículas ambientales de todo tipo.
Varias investigaciones han encontrado que entre todos los antígenos salvajes o naturales (virus, bacterias y parásitos), son las bacterias las que más intervienen en el sistema inmune. Estas bacterias fortalecen la inmunidad innata y la inmunidad adaptativa, es decir:
- El primero nos protege constantemente de todas las bacterias y los virus que eventualmente pueden causar enfermedad.
- El segundo tiene que ver con la memoria protectora contra todas las infecciones que nuestro sistema inmune conoce con antelación.
Pero la exposición del sistema inmune a las bacterias de un ambiente natural a edades tempranas, no solamente protege a los niños contra las infecciones, también los protege de las alteraciones inmunológicas y las enfermedades alérgicas. Por consiguiente, un niño que no tenga tal estímulo, tendrá mayores probabilidades de infecciones recurrentes, asma, además de otros problemas alérgicos que a diario atiendo en mi consultorio.
Otros estudios científicos han demostrado que los niños que vivían en el campo, incluso los que a menudo lo visitaban, tenían una menor incidencia de asma y de atopía, que los que no iban al campo.
Papá y mamá, aprovecha cada oportunidad que tengas junto a tu hijo/a para visitar el campo. No cabe duda que el contacto con la naturaleza no solamente les mejora el funcionamiento de su sistema inmune, también alivia la mente y fortalece físicamente su cuerpo. Cambiemos de vez en cuando los centros comerciales, las atracciones mecánicas y todo lo que nos ofrece la ciudad, por aventuras al aire libre.
¡Nada como unos días de diversión con tu familia al aire libre!
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