La recopilación de las experiencias vividas en varios países con la epidemia ha permitido conocer un poco más sobre el comportamiento del SARS-COV-2, el agente productor del COVID-19. La revista (Pediatr Infect Dis J 2020;39:469–477). Publicó un artículo titulado COVID-19 in Children, Pregnancy and Neonates: A Review of Epidemiologic and Clinical Features. Autores: Petra Zimmermann, and Nigel Curtis.
Ellos revisaron 11 series de casos, que incluían un total de 333 niños con infecciones confirmadas por SARS-CoV-2. Todas las series son de China.
Los niños tuvieron entre 1 día y 16 años, el 55% eran varones. La mayoría de los diagnósticos se realizaron mediante la reacción en cadena de la polimerasa en tiempo real en muestras nasofaríngeas u otras muestras respiratorias.
El período de incubación varió entre 2 y 25 días con una media de 7 días. El virus se puede aislar de las secreciones nasofaríngeas hasta por 22 días y de las heces durante más de 30 días.
Cometario personal: esto indica que los niños pueden ser contagiosos por más tiempo de lo que realmente creemos. Con los adultos sucede lo mismo.
Artículo: Se notificaron coinfecciones hasta en un 79% de los niños (principalmente micoplasma e influenza). El micoplasma (20%, 26%) y la influenza A y B (15%, 35%) estas fueron las coinfecciones más frecuentes, seguidas del virus respiratorio sincitial (5%, 6%) y el virus de Epstein-Barr (6%). También se aislaron citomegalovirus, parainfluenza y adenovirus.
Comentario personal: coninfección significa la presencia de dos o más infecciones simultáneas. Se acerca el tiempo de invierno y con él las infecciones respiratorias comunes. Si la existencia simultánea de las infecciones respiratorias con el COVID-19 es tan alta, puede haber dificultad para esclarecer el diagnóstico. La gravedad del cuadro clínico del niño con síntomas respiratorios en tiempo de invierno puede ser debida a cualquier virus, no necesariamente por el COVID, pero podría ser más grave en caso de coinfecciones.
Artículo: Los síntomas más comunes fueron tos en el 48% (160, 19% -100%), fiebre en el 42% (140, 11% -100%, duración media 3-6 días, rango 1-16 días) y faringitis en 30% (99, 11% -100%). Otros síntomas fueron taquipnea (0% -100%), congestión nasal (0% -30%), rinorrea (0% -20%), sibilancias (33%), diarrea (8% -23%), vómitos (8% –50%), cefalea (8% –13%) y fatiga (8% –13%). El 35% de los niños fueron asintomáticos.
Comentario personal: esto comprueba una vez más que los síntomas son variables de persona a persona, tanto en su intensidad como en su duración y en el tipo de problema, por ejemplo, el 48% tuvo tos, pero el resto no, de los que presentaron tos, con seguridad que algunos fue leve, en otros moderada y en otros severa. La duración del síntoma por lo general va asociada a la gravedad. Algo similar sucede con la fiebre. Solo se presentó en el 42%, su duración fue de 3 a 6 días y con seguridad que en algunos fue leve y en otros muy fuerte. Así sucesivamente con los demás síntomas.
Los padres de familia no deben esperar que el cuadro clínico del COVID-19 en sus hijos, ni en ellos, sea el mismo que el de otros. Incluso muchos no tienen ningún síntoma. La situación se complica en el tiempo de invierno porque puede haber una sumatoria de infecciones.
Artículo: Los niños rara vez necesitaban ser ingresados en unidades de cuidados intensivos (3%) y, hasta la fecha, solo se ha informado una pequeña cantidad de muertes en niños en todo el mundo.
En general, el 83% (275, rango 52% -100%) de los niños tenían un historial de contacto positivo, principalmente con miembros de la familia.
Comentario personal: el pediatra espera que la infección del niño se deba a un contagio de un familiar cercano y ese es un dato epidemiológico importante para sospechar COVID-19, pero solo lo hay en el 83%. Queda un 20% donde no existe ese antecedente, lo cual se presta para un error diagnóstico. La pregunta que sigue es, ¿por ese 20% que no tiene el antecedente de contagio positivo, se justifica a todo niño con fiebre y síntomas respiratorios hacer RT-PCR para COVID-19, en aras de prevención familiar? Sería lo ideal, sin embargo, esto no siempre es posible por distintas razones.
Artículo: Tres estudios informaron períodos de incubación que variaron entre 2 y 25 días (promedio de 7 días, promedio de 6 y 11 días, respectivamente).
Comentario personal: el periodo de incubación puede ser tan corto como 2 días pero tan largo como 25 días. Me preocupa el último rango, puesto que la gente deja de preocuparse después de los 15 días, el tiempo que hasta ahora se ha considerado como seguro. Pueden pensar que no fueron infectados y por este hecho, despreocuparse por el contagio.
Artículo: Varios estudios informaron que los frotis nasofaríngeos o faríngeos pueden ser positivos antes del inicio de los síntomas. Sin embargo, también se han descrito falsos negativos. Hubo 4 estudios que realizaron muestreos consecutivos: la reacción en cadena de la polimerasa en tiempo real en muestras respiratorias permaneció positiva entre 1 y 22 días y en heces entre 5 y más de 30 días.
Comentario personal: no podemos saber con exactitud qué porcentaje puede ser falso negativo, porque eso depende de la fase de la enfermedad, la calidad en la toma de la muestra, incluso del producto reactivo. El otro detalle importante es que un niño puede ser contagioso hasta 22 días por las vías respiratorias y 30 días por las heces. La PCR normalmente puede desaparecer en un día pero puede persistir positiva por varias semanas. He tenido pacientes que han permanecido positivos hasta 45 días. No sabemos con exactitud si estos son contagiosos, en teoría si lo son. La diseminación viral del tracto gastrointestinal puede durar más tiempo y también ser mayor que la del tracto respiratorio.
La prueba de RT-SARS.COV-2 se practica a los 14 días a todo paciente que haya sufrido COVID-19. Si es negativa el paciente puede volver a su labor social normal, si es positiva debe quedarse en casa. La pregunta es, ¿si sigue siendo positiva de manera indefinida, el paciente debe quedarse en casa hasta que la prueba se torne negativa? En teoría sí.
Artículo: Los hallazgos de laboratorio típicos fueron cambios menores en los recuentos de glóbulos blancos (informes de aumento y disminución del recuento de linfocitos y, con menos frecuencia, de neutrófilos), así como marcadores inflamatorios levemente elevados (velocidad de sedimentación globular, proteína C reactiva o procalcitonina), enzimas hepáticas, creatina quinasa, lactato deshidrogenasa o dímeros D.
Se informó que veinte (6%) niños requirieron oxígeno. Otros tratamientos utilizados fueron oseltamivir, ribavirina (± lopinavir), interferón, glucocorticoides, inmunoglobulina, antibióticos y medicina tradicional china. Las estancias hospitalarias variaron de 5 a más de 28 días con medias de 13-14 días.
De 9 niños que ingresaron a la unidad de cuidado intensivo, solo 2 tenían una condición preexistente (leucemia e hidronefrosis, respectivamente).
Una niña de 10 meses ingresada en una unidad de cuidados intensivos desarrolló invaginación intestinal, encefalopatía, shock séptico y disfunción multiorgánica, y falleció.
Se informó una muerte adicional por COVID-19 de un niño de 14 años en un estudio epidemiológico de China y ahora se han informado más muertes en Europa y EE. UU.
Complicaciones durante el embarazo
Artículo: Nueve series de casos y 2 informes de casos describieron los resultados de la infección materna por SARS-CoV-2 durante el embarazo en 65 mujeres y 67 recién nacidos. Dos madres (3%) ingresaron en la unidad de cuidados intensivos. Se informó sufrimiento fetal en el 30% de los embarazos. Treinta y siete por ciento de las mujeres tuvieron un parto prematuro.
Las complicaciones maternas incluyeron rotura prematura de membranas 12%, preeclampsia 3%, hipertensión gestacional 6%, diabetes gestacional 5%, hipotiroidismo 3%, taquicardia 2% y cordón umbilical anormal 3%.
Dos mujeres (3%) ingresaron en la unidad de cuidados intensivos por ventilación, una desarrolló insuficiencia multiorgánica y todavía estaba en oxigenación por membrana extracorpórea en el momento de la publicación.
Además, se encontró que tres recién nacidos cuya madre presentó infección por COVID-19 23 días antes del parto tenían inmunoglobulina M y G contra el SARS-CoV-2 al nacer. Por lo tanto, no se pudo excluir la transmisión vertical.
Las complicaciones neonatales incluyeron dificultad respiratoria o neumonía (18%), coagulación intravascular diseminada (3%), asfixia (2%) y 2 muertes perinatales. Se informó que cuatro recién nacidos (3 con neumonía) fueron positivos para SARS-CoV-2 a pesar de los estrictos procedimientos de control y prevención de infecciones durante el parto y la separación de la madre y los recién nacidos, lo que significa que no se puede excluir la transmisión vertical.
Comentario personal: aunque la mortalidad materna es relativamente baja, ninguna vida puede ponerse en riesgo, mucho menos en un momento en que puede definirse la salud fetal o la del recién nacido. La infección viral puede producir pérdidas fetales, asfixia neonatal, parto prematuro, incluso muerte neonatal.
La recopilación de las experiencias vividas en varios países con la epidemia ha permitido conocer un poco más sobre el comportamiento del SARS-COV-2, el agente productor del COVID-19. La revista (Pediatr Infect Dis J 2020;39:469–477). Publicó un artículo titulado COVID-19 in Children, Pregnancy and Neonates: A Review of Epidemiologic and Clinical Features. Autores: Petra Zimmermann, and Nigel Curtis,
Ellos revisaron 11 series de casos, que incluían un total de 333 niños con infecciones confirmadas por SARS-CoV-2. Todas las series son de China.
Los niños tuvieron entre 1 día y 16 años, el 55% eran varones. La mayoría de los diagnósticos se realizaron mediante la reacción en cadena de la polimerasa en tiempo real en muestras nasofaríngeas u otras muestras respiratorias.
El período de incubación varió entre 2 y 25 días con una media de 7 días. El virus se puede aislar de las secreciones nasofaríngeas hasta por 22 días y de las heces durante más de 30 días.
Cometario personal: esto indica que los niños pueden ser contagiosos por más tiempo de lo que realmente creemos. Con los adultos sucede lo mismo.
Artículo: Se notificaron coinfecciones hasta en un 79% de los niños (principalmente micoplasma e influenza). El micoplasma (20%, 26%) y la influenza A y B (15%, 35%) estas fueron las coinfecciones más frecuentes, seguidas del virus respiratorio sincitial (5%, 6%) y el virus de Epstein-Barr (6%). También se aislaron citomegalovirus, parainfluenza y adenovirus.
Comentario personal: coninfección significa la presencia de dos o más infecciones simultáneas. Se acerca el tiempo de invierno y con él las infecciones respiratorias comunes. Si la existencia simultánea de las infecciones respiratorias con el COVID-19 es tan alta, puede haber dificultad para esclarecer el diagnóstico. La gravedad del cuadro clínico del niño con síntomas respiratorios en tiempo de invierno puede ser debida a cualquier virus, no necesariamente por el COVID, pero podría ser más grave en caso de coinfecciones.
Artículo: Los síntomas más comunes fueron tos en el 48% (160, 19% -100%), fiebre en el 42% (140, 11% -100%, duración media 3-6 días, rango 1-16 días) y faringitis en 30% (99, 11% -100%). Otros síntomas fueron taquipnea (0% -100%), congestión nasal (0% -30%), rinorrea (0% -20%), sibilancias (33%), diarrea (8% -23%), vómitos (8% –50%), cefalea (8% –13%) y fatiga (8% –13%). El 35% de los niños fueron asintomáticos.
Comentario personal: esto comprueba una vez más que los síntomas son variables de persona a persona, tanto en su intensidad como en su duración y en el tipo de problema, por ejemplo, el 48% tuvo tos, pero el resto no, de los que presentaron tos, con seguridad que algunos fue leve, en otros moderada y en otros severa. La duración del síntoma por lo general va asociada a la gravedad. Algo similar sucede con la fiebre. Solo se presentó en el 42%, su duración fue de 3 a 6 días y con seguridad que en algunos fue leve y en otros muy fuerte. Así sucesivamente con los demás síntomas.
Los padres de familia no deben esperar que el cuadro clínico del COVID-19 en sus hijos, ni en ellos, sea el mismo que el de otros. Incluso muchos no tienen ningún síntoma. La situación se complica en el tiempo de invierno porque puede haber una sumatoria de infecciones.
Artículo: Los niños rara vez necesitaban ser ingresados en unidades de cuidados intensivos (3%) y, hasta la fecha, solo se ha informado una pequeña cantidad de muertes en niños en todo el mundo.
En general, el 83% (275, rango 52% -100%) de los niños tenían un historial de contacto positivo, principalmente con miembros de la familia.
Comentario personal: el pediatra espera que la infección del niño se deba a un contagio de un familiar cercano y ese es un dato epidemiológico importante para sospechar COVID-19, pero solo lo hay en el 83%. Queda un 20% donde no existe ese antecedente, lo cual se presta para un error diagnóstico. La pregunta que sigue es, ¿por ese 20% que no tiene el antecedente de contagio positivo, se justifica a todo niño con fiebre y síntomas respiratorios hacer RT-PCR para COVID-19, en aras de prevención familiar? Sería lo ideal, sin embargo, esto no siempre es posible por distintas razones.
Artículo: Tres estudios informaron períodos de incubación que variaron entre 2 y 25 días (promedio de 7 días, promedio de 6 y 11 días, respectivamente).
Comentario personal: el periodo de incubación puede ser tan corto como 2 días pero tan largo como 25 días. Me preocupa el último rango, puesto que la gente deja de preocuparse después de los 15 días, el tiempo que hasta ahora se ha considerado como seguro. Pueden pensar que no fueron infectados y por este hecho, despreocuparse por el contagio.
Artículo: Varios estudios informaron que los frotis nasofaríngeos o faríngeos pueden ser positivos antes del inicio de los síntomas. Sin embargo, también se han descrito falsos negativos. Hubo 4 estudios que realizaron muestreos consecutivos: la reacción en cadena de la polimerasa en tiempo real en muestras respiratorias permaneció positiva entre 1 y 22 días y en heces entre 5 y más de 30 días.
Comentario personal: no podemos saber con exactitud qué porcentaje puede ser falso negativo, porque eso depende de la fase de la enfermedad, la calidad en la toma de la muestra, incluso del producto reactivo. El otro detalle importante es que un niño puede ser contagioso hasta 22 días por las vías respiratorias y 30 días por las heces. La PCR normalmente puede desaparecer en un día pero puede persistir positiva por varias semanas. He tenido pacientes que han permanecido positivos hasta 45 días. No sabemos con exactitud si estos son contagiosos, en teoría si lo son. La diseminación viral del tracto gastrointestinal puede durar más tiempo y también ser mayor que la del tracto respiratorio.
La prueba de RT-SARS.COV-2 se practica a los 14 días a todo paciente que haya sufrido COVID-19. Si es negativa el paciente puede volver a su labor social normal, si es positiva debe quedarse en casa. La pregunta es, ¿si sigue siendo positiva de manera indefinida, el paciente debe quedarse en casa hasta que la prueba se torne negativa? En teoría sí.
Artículo: Los hallazgos de laboratorio típicos fueron cambios menores en los recuentos de glóbulos blancos (informes de aumento y disminución del recuento de linfocitos y, con menos frecuencia, de neutrófilos), así como marcadores inflamatorios levemente elevados (velocidad de sedimentación globular, proteína C reactiva o procalcitonina), enzimas hepáticas, creatina quinasa, lactato deshidrogenasa o dímeros D.
Se informó que veinte (6%) niños requirieron oxígeno. Otros tratamientos utilizados fueron oseltamivir, ribavirina (± lopinavir), interferón, glucocorticoides, inmunoglobulina, antibióticos y medicina tradicional china. Las estancias hospitalarias variaron de 5 a más de 28 días con medias de 13-14 días.
De 9 niños que ingresaron a la unidad de cuidado intensivo, solo 2 tenían una condición preexistente (leucemia e hidronefrosis, respectivamente).
Una niña de 10 meses ingresada en una unidad de cuidados intensivos desarrolló invaginación intestinal, encefalopatía, shock séptico y disfunción multiorgánica, y falleció.
Se informó una muerte adicional por COVID-19 de un niño de 14 años en un estudio epidemiológico de China y ahora se han informado más muertes en Europa y EE. UU.
Complicaciones durante el embarazo
Artículo: Nueve series de casos y 2 informes de casos describieron los resultados de la infección materna por SARS-CoV-2 durante el embarazo en 65 mujeres y 67 recién nacidos. Dos madres (3%) ingresaron en la unidad de cuidados intensivos. Se informó sufrimiento fetal en el 30% de los embarazos. Treinta y siete por ciento de las mujeres tuvieron un parto prematuro.
Las complicaciones maternas incluyeron rotura prematura de membranas 12%, preeclampsia 3%, hipertensión gestacional 6%, diabetes gestacional 5%, hipotiroidismo 3%, taquicardia 2% y cordón umbilical anormal 3%.
Dos mujeres (3%) ingresaron en la unidad de cuidados intensivos por ventilación, una desarrolló insuficiencia multiorgánica y todavía estaba en oxigenación por membrana extracorpórea en el momento de la publicación.
Además, se encontró que tres recién nacidos cuya madre presentó infección por COVID-19 23 días antes del parto tenían inmunoglobulina M y G contra el SARS-CoV-2 al nacer. Por lo tanto, no se pudo excluir la transmisión vertical.
Las complicaciones neonatales incluyeron dificultad respiratoria o neumonía (18%), coagulación intravascular diseminada (3%), asfixia (2%) y 2 muertes perinatales. Se informó que cuatro recién nacidos (3 con neumonía) fueron positivos para SARS-CoV-2 a pesar de los estrictos procedimientos de control y prevención de infecciones durante el parto y la separación de la madre y los recién nacidos, lo que significa que no se puede excluir la transmisión vertical.
Comentario personal: aunque la mortalidad materna es relativamente baja, ninguna vida puede ponerse en riesgo, mucho menos en un momento en que puede definirse la salud fetal o la del recién nacido. La infección viral puede producir pérdidas fetales, asfixia neonatal, parto prematuro, incluso muerte neonatal.