Bronconeumonía y antibióticos, ¿podemos reducir estos problemas en los niños? ¡Si!

Las causas más frecuentes de estas infecciones bacterianas son las infecciones respiratorias virales como los resfriados comunes.

El antibiótico se utiliza para combatir las infecciones bacterianas, por ejemplo, bronconeumonía, otitis, sinusitis, etc.

Las causas más frecuentes de estas infecciones bacterianas son las infecciones respiratorias virales como los resfriados comunes, pero en algunos casos pueden ser por virus más agresivos como el de la influenza o por otros que inicialmente producen bronquiolitis. Los niños de la primera infancia son los más atacados por estos virus, especialmente los que están en guardería o en jardín.

En este orden de ideas, lo primero que tenemos que hacer es reducir la incidencia de infecciones respiratorias virales. ¿Cómo hacerlo? De la siguiente manera:

Primero: Tratar la rinitis alérgica y la hipertrofia de la glándula adenoides, algo común por esta edad. Estos problemas incrementan el riesgo de infecciones respiratorias recurrentes.

Segundo: Conservar el buen funcionamiento del intestino, puesto que este órgano ofrece una protección inmunológica para el pulmón. Entre tantos mecanismos fisiológicos que el intestino utiliza para proteger el pulmón, uno de ellos son los ácidos grasos de cadena corta (AGCC).

Estos ácidos los producen las bacterias al procesar la fibra en el intestino y son utilizados por las células del colon como parte de su nutrición. Estos mismos ácidos cumplen funciones maravillosas en varias partes del cuerpo, por ejemplo, en el intestino ayudan a la desinflamación y a la modulación del sistema inmune, pero en el pulmón activan al macrófago, el cual controla las infecciones bacterianas en primera instancia.

El macrófago hace parte de la inmunidad innata y si este no funciona adecuadamente, las bacterias pulmonares se multiplican, produciendo una neumonía o una bronconeumonía.

Investigaciones recientes en ratones (en los seres humanos parece que es lo mismo) han demostrado que las infecciones por el virus de la influenza reducen la producción de acetato, uno de los AGCC. Este efecto se produce porque en la infección por influenza se reduce la cantidad de bacterias intestinales y la reducción de estas bacterias se produce por las siguientes razones:

  1. Ayuno: durante la infección es frecuente que el niño no coma, especialmente si hay fiebre. Las bacterias intestinales también comen como nosotros y si no les damos comida, se mueren o reducen su cantidad
  2. Antibióticos: este medicamento mata a la mayor parte de las bacterias intestinales
  3. Diarrea: elimina las bacterias

Ante estas circunstancias, los padres de un niño con una infección respiratoria que implique cierta gravedad deben hacer lo siguiente.

Primero: procurar que los niños coman al menos algunos alimentos que contengan fibra. Recuerden que las bacterias utilizan la fibra para producir el acetato. Los alimentos ricos en fibra son las leguminosas como los frijoles, las lentejas, los garbanzos, etc. También las verduras, las frutas y los cereales integrales.

Segundo: no utilizar antibióticos, a menos que el médico haya encontrado una infección bacteriana que justifique su uso.

Tercero: no consumir lácteos ni frutas en caso de diarrea, puesto que agravan el problema.

Cuarto: los niños y los adultos debemos comer todos los días alimentos ricos en fibra para que las bacterias intestinales sean de la mejor calidad, porque estas bacterias mantienen la reserva constante de acetato y activan permanentemente a la inmunidad innata.


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