Halloween, una fiesta tóxica para los niños

Halloween es una fiesta para que los niños sean expuestos a una cantidad tóxica de golosinas azucara­das, situación que puede ser motivo de enfermedad

Los intereses comerciales han he­cho del Halloween una fiesta para que los niños sean expuestos a una cantidad tóxica de golosinas azucara­das, situación que puede ser motivo de enfermedad, sobre todo porque con antelación muchos niños consumen habitualmente cargas altas de azúcar al proporcionarles todos los días jugos indus­trialmente preparados, bebidas de té, gaseosas, cereales azucarados al desayuno, bebidas achocolatadas, bebidas lácteas, chocolatinas, helados, bombones, pasteles, postres, galletas y todo tipo de golosinas y harinas refinadas. Estos niños ya tienen alteraciones orgánicas, que muchas veces no son evidentes en el momento, pero que lo serán en un corto, mediano o largo plazo, para entonces, los padres de familia no  relacionan esas alteraciones con estos comestibles, puesto que ellos no tienen el conocimiento que les permita entender la relación causa y efecto.

El Halloween representaría para muchos niños un pico de hiperglicemia que agravaría su condición pre-existente. Por eso, estimados padres de familia, el día del Halloween eviten o limiten al máximo que su hijos consuman las golosinas que la gente incautamente les ofrece.

Les voy a dar a conocer algunas estadísticas preocupantes que nos hacen entender la magnitud del problema, en cuanto a trastornos neuropsiquiátricos de los niños por nuestro nuevo estilo de alimentación, donde los azucares y otros comestibles, son los responsables.

Los problemas de salud mental ya son considerados como un problema de emergente en la salud pública mundial, por ejemplo, entre el 10 y el 20% de los niños y adolescentes se ven afectados por problemas de salud mental en todo el mundo. Los principales trastornos emocionales que han aumentado son depresión, ansiedad, trastornos de conducta y suicidios en adolescentes.

Una encuesta en China, por ejemplo, encontró que el 13,6% de los niños en edad preescolar tienen problemas de conducta (1)

En los Países Bajos, la prevalencia de problemas de conducta entre los niños en edad preescolar es del 9,9% según los informes de los maestros y del 3,6% según los informes de las madres (2)

Esta diferencia quizá sea porque las madres tienden a subestimar el problema. En cambio los profesores lo ven más objetivamente.

Uno de los problemas que se han relacionado con estos trastornos es el incremento de comestibles o bebidas con alto contenido de azúcar. En países europeos como el Reino Unido, Francia e Italia, los azúcares incorporados para endulzar representaron entre el 7% y el 11% de la ingesta energética total en adultos y una mayor proporción de la ingesta energética total de los niños (11% -17%), y las bebidas azucaradas son una fuente importante de azúcares entre adultos (12–31%) y niños (20–34%) (3)

Pero la OMS recomienda reducir la ingesta de azúcares libres a menos del 10% de la ingesta calórica total, a solo un 5%.

Además de los problemas de comportamiento, varias investigaciones han encontrado una relación directa entre el consumo de azucares y bebidas y azucaradas con la obesidad y la hipertensión. Los epidemiólogos pronostican que cerca del 25% de los niños latinoamericanos estarán en sobrepeso o serán obesos para el año 2025.

Los estudios en roedores también muestran que existe una asociación positiva entre la ingesta elevada de azúcar y los problemas emocionales y de comportamiento (4)

Otro estudio demostró que los niños con espectro autista consumen significativamente más porciones de bebidas endulzadas con azúcar que los niños con desarrollo normal (5)

El alto consumo de bebidas azucaradas, Suglia, S.F y colbs (6). Tiende a aumentar los siguientes problemas en los niños menores a los 5 años:

  1. Comportamiento de abstinencia, algo que solo lo tienen las adicciones
  2. Comportamiento agresivo
  3. Trastornos de atención entre los niños de 5 años

Yo agregaría que también de hiperactividad, como lo demostró otro estudio de casos y controles de Taiwán, donde encontraron que los niveles moderados y altos de consumo de bebidas azucaradas tienen una asociación adversa con el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) en los niños (7)

Pero un estudio, para ese entonces el primero en humanos, llevado a cabo en Australia, en Canberra y Queanbeyan sureste de Australia (8).

Reveló algo que ya lo habíamos sospechado los médicos pero que no había sido comprobado con investigación. La muestra fue de 255 personas de 60 a 64 años al inicio del estudio en 2001. Ellos completaron un cuestionario de frecuencia alimentaria y se sometieron a dos resonancias magnéticas y escaneos de imágenes de cerebro con aproximadamente 4 años de diferencia. Se estudió la relación de la dieta y el tamaño de hipocampo.

Resultados: se encontró que la dieta del Oeste, rica en azucares y grasas saturadas y grasas trans, se relacionaba con un menor volumen del hipocampo izquierdo.

Se reconoce que los hábitos alimentarios poco saludables son los principales contribuyentes a muchas de las enfermedades no transmisibles comunes, incluidas las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y la diabetes. En los últimos años ha habido un cambio global hacia un mayor consumo de comidas rápidas y bebidas endulzadas con azúcar, y este entorno cada vez más obesinógeno y tóxico explica gran parte del desarrollo de la epidemia de obesidad y de trastornos neuropsiquiátricos.

La evidencia emergente también respalda el papel de la mala alimentación en la promoción de los trastornos mentales. Hay investigaciones que muestran que una dieta saludable está inversamente relacionada con el riesgo de depresión y deterioro cognitivo, tipo demencia (9,10)

También se ha demostrado que los patrones dietéticos caracterizados por una mayor ingesta de alimentos ricos en nutrientes, como verduras, frutas, cereales integrales y pescado, se asocian con una prevalencia y un riesgo reducidos de síntomas y trastornos depresivos, mientras que los patrones dietéticos más altos en grasa saturada y los carbohidratos refinados, un patrón dietético de estilo occidental, se asocian de forma independiente con un aumento de síntomas depresivos (11,12).

Las causas biológicas pueden ser las siguientes:

  1. Inflamación sistémica. Significa que hay marcadores inflamatorios en la sangre
  2. Estrés oxidativo. El metabolismo del exceso de carbohidratos produce radicales libres
  3. Alteración de la microbiota intestinal. El exceso de carbohidratos produce alteraciones de la bacterias intestinales, las cuales contribuyen al funcionamiento cerebral
  4. Epigenética alterada

La evidencia en estudios en animales pone en evidencia la importancia de la asociación entre dieta y salud mental y cognitiva.

Funciones del hipocampo:

  1. Aprendizaje
  2. Memoria
  3. Regulación del estado de ánimo

El hipocampo es el único sitio donde se produce la neurogénesis en la vida del adulto. Neurogénesis significa creación de nuevas neuronas. En términos médico es proliferación.

Los siguientes factores aumentan la neurogénesis en el hipocampo:

  1. Ejercicio
  2. Ambientes naturales
  3. Restricción caloría
  4. Ácidos grasos omega-3
  5. Flavonoides
  6. Bayas ricas en antioxidantes
  7. Resveratrol, un antioxidante contenido en las frutas y verduras de olor morado

Reducen la neurogénesis:

  1. Estrés crónico
  2. Inflamación sistémica de bajo grado
  3. Estrés oxidativo
  4. Envejecimiento

El volumen del hipocampo se reduce en adultos en los estados de depresión, pero justamente los antidepresivos parecen aumentar la neurogénesis y los volúmenes del hipocampo. Se cree que la neurogénesis del hipocampo está, al menos en parte, mediada por neurotrofinas como el factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF), cuyos niveles aumentan con el tratamiento antidepresivo en humanos, el deporte, el consumo habitual de resveratrol y de ácidos omega-3 y se reducen con el alto contenido de grasas y azúcar refinado, como modelos de dietas occidentales, en estudios con animales.

En línea con el concepto anterior, los alimentos ricos en grasas saturadas y azúcares reducen la proliferación neuronal, contribuyen a una mayor producción de especies reactivas de oxígeno e incrementan los procesos pro-inflamatorios, lo que induce un aumento de la neurodegeneración y deficiencias en el aprendizaje y la memoria, concepto revisado en (13).

He demostrado con argumentos científicos que el exceso de azucares y en general los malos hábitos alimenticios producen trastornos neuropsiquiátricos en los niños. En otra oportunidad te informaré sobre los daños en los sistemas inmune y metabólico. Por ahora no agravemos más su situación. Las fiestas infantiles, lo mismo que el Halloween, son eventos tóxicos para ellos y es responsabilidad nuestra, la de sus padres, protegerlos. Marca la diferencia con tus hijos, otros te seguirán.

La prevalencia de niños hiperactivos en Colombia es tan alta como el 15 al 17%, otro porcentaje menor tiene problemas de aprendizaje y otro de comportamiento. Si tienes el privilegio de tener un niño sano emocional y neurológicamente, no importa, protégelo. Prevenir es propio de un padre responsable y proactivo. Los efectos tal vez no los veas ahora, los verás cuando tu hijo sea un adolescente. El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) es un precursor frecuente de la bipolaridad, de la depresión y de la ansiedad, durante y después de la adolescencia.

Dr. Medardo Rosales, Pediatra

GLOBAL PEDIÁTRICA

Bibliografía
1. Rutayisire, E., Wu, X., Huang, K., Tao, S., Chen, Y., Tao, F., 2018. Childhood emotional and behavior problems and their associations with cesarean delivery. Braz. J. Psychiatr. 40, 145–153.

2. Guxens, M., Vermeulen, R., Steenkamer, I., Beekhuizen, J., Vrijkotte, T.G.M., Kromhout, H., Huss, A., 2018. Radiofrequency electromagnetic fields, screen time, and emotional and behavioural problems in 5-year-old children. Int. J. Hyg. Environ. Health 222, 188–194.

3. Azais-Braesco, V., Sluik, D., Maillot, M., Kok, F., Moreno, L.A., 2017. A review of total & added sugar intakes and dietary sources in Europe. Nutr. J. 16, 6.

4. Kendig, M.D., 2014. Cognitive and behavioural effects of sugar consumption in rodents. A review. Appetite 80, 41–54.

5. Evans, E.W., Must, A., Anderson, S.E., Curtin, C., Scampini, R., Maslin, M., Bandini, L., 2012. Dietary patterns and body mass index in children with autism and typically developing children. Res. Autism. Spectr. Disord. 6, 399–405.

6. Suglia, S.F., Solnick, S., Hemenway, D., 2013. Soft drinks consumption is associated with behavior problems in 5-year-olds. J. Pediatr. 163, 1323–1328

7. Yu, C.J., Du, J.C., Chiou, H.C., Feng, C.C., Chung, M.Y., Yang, W., Chen, M.L., 2016. Sugar-sweetened beverage consumption is adversely associated with childhood attention deficit/hyperactivity disorder. Int. J. Environ. Res. Public. Health 13.

8. Felice N. Jacka, Nicolas Cherbuin, Kaarin J. Anstey, Perminder Sachdev and Peter Butterworth. Western diet is associated with a smaller hippocampus: a longitudinal investigation. Jacka et al. BMC Medicine (2015) 13:215 DOI 10.1186/s12916-015-0461-x

9. Lai JS, Hiles S, Bisquera A, Hure AJ, McEvoy M, Attia J. A systematic review and meta-analysis of dietary patterns and depression in community dwelling adults. Am J Clin Nutr. 2013;99:181–97.

10. Psaltopoulou T, Sergentanis TN, Panagiotakos DB, Sergentanis IN, Kosti R, Scarmeas N. Mediterranean diet, stroke, cognitive impairment, and depression: a meta-analysis. Ann Neurol. 2013;74:580–91.
11. Jacka F, Pasco J, Mykletun A, Williams L, Hodge A, O'Reilly S, et al.
Association of Western and traditional diets with depression and anxiety in women. Am J Psychiatry. 2010;167:305–11.

12. Jacka FN, Mykletun A, Berk M, Bjelland I, Tell GS. The association between habitual diet quality and the common mental disorders in community dwelling adults: the Hordaland Health study. Psychosom Med. 2011;73:483–90.

13. Zainuddin MS, Thuret S. Nutrition, adult hippocampal neurogenesis and mental health. Br Med Bull. 2012;103:89–114


El síndrome inflamatorio multisistémico en niños y adolescentes, relacionado con el COVID-19
Paralelo a la infección por COVID-19 se han reportado en todos los países, situaciones clínicas muy particulares en niños y adolescentes, que los expertos le han llamado síndrome inflamatorio multisistémico temporalmente asociado a COVID-19